Multas de Tráfico 7.0

Intento pensar con claridad justo en ese pequeño momento que no estoy con el mono del café y con las sobredosis. Si pensabais que venía una reflexión «sorry». Lo que quería decir es que ni por esas consigo pensar con claridad. Cosas que tendréis que contar a mi neurólogo en breve. Porque en mi cabeza, y más en verano, esa estación que todos disfrutáis y que yo llamo pretemporada, todo se mezcla y salen a flote recuerdos y sensaciones de otros veranos, otras ciudades y otros momentos. A veces incluso recuerdo sitios en los que no estado. No se, alguien me dijo que era por la reencarnaciones y eso. Y es que en mi familia hay muchas chicas llamadas encarni, debe ser. También me salen ideas estúpidas, no se, como una app que te premie por pasar por radares y no tener multa. Ya, ya se que esa es mi obligación… Pero yo me refiero, una app que evalúe la frecuencia por la que pasas por un sitio y las veces que te multan. Es decir: túnel de Guadarrama, 2 veces por semana durante 3 años, 0 multas: échadme puntos en mi carnet.  Otra app que te registre la compra que haces para que en la siguiente pruebes otros alimentos así evitas que tu organismo se canse de digerir siempre lo mismo. Otra app que te busques app que necesitas en el momento exacto, una app en la que escribas el estado de animo e isofacto te tenga una playlist preparada (el plan: A- seguir estado de ánimo o cambiar estado de ánimo).Bueno, puedo inventarme una app diaria. Pena que no conozco ningún informático…

He comprado el mítico libro de verano de Paul Auster, con sus míticos argumentos y sus colores sepia. Siempre te imaginas a los personajes de Auster como a los de las películas serias de Woody Allen (seguro que se han puesto de acuerdo, o también puede ser que ambos hablan del mismo lugar).

Y nada, eso es mi verano. Ah y que también veo por mi ventana colores supervívidos o vividos (que sin tilde debe ser algo así como  re-encarnados = muy rojo), como esa gente que ahora tiene un iphoneX y todo es color y fotografía estilosa. Lo de hasta ahora eran como cuando vemos videos de los 80.  Ay lo que nos depara el futuro…

good moments

No puedo quejarme. Acabo de volver de unas vacaciones de la leche (fermentada, de hecho, que en Francia me he puesto hasta arriba de queso).  Se que siempre necesitamos vacaciones porque hacemos cosas extraordinarias y nos permitimos gastar más dinero en cosas como hoteles chulos y eso. Pero en realidad el día a día que tengo es guay. Trabajo mogollón, lo que me deja poco tiempo para mis problemas de coqueteo con el nihilismo. Viajo y conozco gente sana y divertida. Tengo la vibrante estrés de la competición cada fin de semana. La mayoría de los días me despierto con el tío más guapo del mundo al lado. Tomo café sin restricciones (pasé esa época) y alardeo de ello. De vez en cuando salgo con amigos e incluso algunos son tan majos que vienen a visitar y pasan días conmigo. Leo sobre cosas nuevas y luego hablo de ellas con gente que las entiende y quiere entenderlas. Sigo con avidez los mensajes de mi familia en WhatsApp distribuidos en aproximadamente 10 grupos diferentes por temas aunque seamos siempre los mismos. Y además está el cine y la música…

Pero hay días que me sorprendo a mi misma quejándome. De mil cosas. Y me voy escupiendo palabras horribles y las cejas cada vez se me juntan más y una nube negra se pone encima de mi (si, es de la pantera rosa).

Entonces me pregunto, cómo ha sido mi día hoy.  Y vuelvo a recordar todo. El café, el tío de la cama, los viajes, los entrenamientos diarios, los mensajes de mi familia, los libros que leo… y todo cambia.

Todo el tiempo en yoga nos hablan de la gratitud y a veces se me olvida. Por otro lado no me gusta nada la gente que se queja, especialmente los deportistas, a menudo enllentecen el proceso y hacen al equipo dar rodeos para llegar donde todos queremos llegar. También pasa con algunos entrenadores. Yo trato de buscar la gratitud a las mini-cosas que tengo todos los días que hacen que mis días tengan más cosas buenas que malas y ahora he encontrado una herramienta. Antes de ir a la cama las recuerdo así en plan repaso. Y en ello estoy, que mañana me espera un día, cómo mínimo, con mucho café!

SUPERCAFEÍNA, la heroína madrileña del verano

Mucha gente hoy me ha dicho que tenía sueño. No en plan motivados. Si no de tengo mucho sueño, que me caigo encima del ordenador. Me extraña que nadie se haya dado cuenta. Un amigo que creía que era por el verano. Que el verano repentino le producía sueño. Como a Shakespeare…Pero yo se lo que pasa. Es una epidemia. Algo perfectamente orquestado por alguna multinacional tipo red «bulo» o Coca-peis. Nos han cambiado el café. Lo he notado en cuanto hoy me he despertado en Madrid. El café de ayer en Valladolid tenía un sabor distinto, sin embargo en Madrid, en mi propia cocina, tenía un regusto dulzón que me ha costado distinguir. Esa ha sido la primera señal. Luego en una cafetería, me ha pasado lo mismo. Por cierto, la camarera también se dormía sobre la barra, quedaba muy de lánguida de Zara pero no era postrero, era la epidemia. Como ya estaba escamada he ido a comprar café a esa tienda de George Clooney.  Y también!

Hoy cambiaron todo el café. Han venido a cada casa y establecimiento a hacerlo. Como un Papa Noel vestido de azul marino y con antifaz de malo. Me dado cuenta de esto después de, obvio, mi tercera siesta. Por eso creo que tengo una responsabilidad, usar capa y descubrir que está pasando. SUPERCAFEÍNA. Ya tengo plan para el verano…

Recovecos en nuestras cabeza

Los hidratos de carbono son el combustible más importante del cuerpo. Son absorbidos en el tracto gastrointestinal y procesados en el intestino delgado y el hígado (liver- de vividor, en inglés). De ahí se envía a las células para sacar energía en forma de ATP. Que es con lo que funcionamos durante el ejercicio, en realidad también para vivir, pero en lo otro tenemos prisa.

A menudo, un sabor dulce en la boca, sin que llegue más allá,  incluso sin masticar, puede ser suficiente para darnos esa energía. Los estudios demuestran que cuando un atleta mueve en su boca una solución que contiene carbohidratos dulces pero no la tragas, nuestros cuerpos actúan como si esos carbohidratos estuvieran ya en circulación, lo que significa que los atletas pueden rendir más y por más tiempo.

Se especula que esto es así porque la  boca tiene receptores que envían señales al cerebro diciendo que hay carbohidratos disponibles. Algo parecido, es día 30 puedo gastar que mañana cobro. Pero esto también conlleva que el sabor dulce activa áreas del cerebro asociadas con el movimiento. Y cuando activamos todos los procesos de movimiento pero no nos movemos….

El cerebro, parece que es fácil de engañar o al menos se hace líos con facilidad. Serán cosas de la evolución. Pero yo quiero tumbarme a ver una serie y el mío sabe que si lo hago mañana tengo que trabajar el doble… Mierda de evolución…

Resultado de imagen de cerebro

WILD WILD COUNTRY y las bacterias

Hay tantas cosas interesantes en este documental. Muchas detalles fascinantes que te hacen parar y pensar. Es imposible avanzar viendo esta serie y no encontrarle aplicación en las organizaciones políticas, a las comunidades de ciudadanos, a los equipos deportivos, al final a cualquier grupo que conlleve una dinámica de grupo amplia susceptible de la manipulación.

Qué complicados somos. Si nosotros somos nuestro organismo + las bacterias que viven en nosotros y vamos adquiriendo bacterias a lo largo de toda nuestra vida, cabe esperar que nosotros (genetic and epigenetic) vayamos cambiando en función también de las bacterias que vamos adquiriendo. Eso me hace pensar (o lo que sea que pase en mi cabeza). Si vas a un sitio nuevo a vivir, empiezas a compartir bacterias con la gente de allí, te haces más de allí? Si los de la secta de Wild Wild Country van al pueblo este de al lado de Nike… adquirieron las mismas bacterias o son bacterias reveladas?

 

PELICULAS

Puse en el buscador de Netflix Woody Allen y me salió una peli que se llama The Meyerowitz Stories. Aún no se si es una serie o una película, de hecho no se si es de Woody Allen. Intuyo que es una película porque empecé a verla el sábado antes de dormir y aún no he acabado. Llevo menos de la mitad. Veo las series de 3 en 3 capítulos pero las pelis en semanas. Las pelis están tan condensadas, hay tantos detalles en tan poco tiempo que parece que el tiempo se alarga en ellas y tienes que tomar solo pequeños «esspressos».  No se si es de Woody Allen pero si coincide temática de familia de artistas, egos y «losers» y un poco (solo un poco) ambientación. Pero le falta un poco de limpieza para ser de Woody Allen.

Ya…

Podría buscar información pero primero voy a  ver cómo acaba.

A veces es así también con algunas personas. Personas series en las que ves todo de golpe y personas películas que tienes que ver poco a poco.

Tierra

Parece que te hubiese tragado la tierra. Si, ya lo se, a mi también. He estado saliendo a flote para respirar y volver a sumergirme. Haciendo lo justo para seguir de pie. Duermo. Y después de despertarme como en un paréntesis diario me doy cuenta de la dura vuelta al día a día que me espera. Nada es lo mismo ya. Hace casi un mes.

Lo intento.

Hay una peli de Woody Allen donde el personaje se plantea si los recuerdos son algo doloroso que hemos perdido o algo que hemos ganado. Trato de agarrarme a la idea de que es algo que siempre tendré ganado. Pero ahora siento, a veces que es un poco perdido también.

CAPÍTULO 3: HABITACIÓN 104

A ver qué tal es esta serie. Sábado en la cama muy cansada. Veo el primer capítulo y tengo que poner uno seguido para no quedarme con la sensación de dormir con miedo. Y mejora. Y el tercero mejora. Y ahí voy. Cuidadosamente hecho y con actuaciones brillantes. Aún así, se me antoja algo pasajero.

Y pienso sobre lo pasajero. Si sabemos que todo es pasajero o casi todo, por qué algunas cosas nos parecen tan duraderas. A qué nos aferramos para funcionar así. Se que tal vez en unos meses no escribiré más sobre esta mesa roja y tal vez eso haga la sensación más duradera.

He pasado una semana en Portugal, en un sitio en el que tenía muy buenos recuerdos. Y por supuesto, como es un sitio que puedo tocar, pienso que va a estar ahí siempre, aunque ahora llevaba más de un año sin ir. Y puede que no vuelva nunca más.

Igual que tus amigos. Los tienes en un mensaje pero tal vez no los puedes ver en mucho tiempo. Pero ojalá siempre estén.