Vivir en un barrio guay es… que leas una receta de «sardinas marinadas» y cuando te dispongas a hacerla, veas que necesitas sal Maldon y eneldo fresco, bajes y lo encuentres en un par de tiendas. Pues ese no es el caso de mi barrio. Las fruterías tienen lo básico y la tienda de ultramarinos (si, se sigue llamando así) está cerrada por agostez. Pero mi barrio es un barrio perfe para CORRER. Como una isla entre la Casa de Campo, el parque del Oeste y el parque de la Bombilla, pero llevo 53 días lesionada y empiezo a valorar más tener una tienda gourmet con eneldo…
Hoy me han hecho mi primera sesión de EPI, algo por lo que ya han pasado algunos de mis jugadores, y tengo que ser 24 horas sofá, libros, pelis, series y posiciones raras en la espalda para usar el ordenador. Algo fácil con el Mundial de Rugby Femenino jugandose y el Europeo de Atletismo. Pero, en estos días me muero de ganas saltar, correr, nadar, levantar, tirar, bailar…Tengo una energía que me sale por los dientes y no se dónde reciclar! Pero sobre todo echo de menos correr muy rápido y hacer yoga. Mucho. 53 días. Muchoooo.
Respecto a la EPI, os lo puedo contar de un modo más científico, pero básicamente es como quemar fibras raritas para que crezcan nuevas fibras bien colocadas y te dejen moverte con normalidad. Vamos, como una inquisición pero con los tejidos de nuestros cuerpecitos. Pero bueno, la parte positiva de las lesiones, es que te conoces un poco más, trabajas con tu mente en plan «hacerte más dura» y para mi trabajo estoy aprendiendo un montón de cositas que me cuenta el fisio. Y también, las lesiones, sirven para darte cuenta que tienes alrededor gente muy muy guay que te quiere un montón. Gracias Semidiós, Lerdis, Oti, family… Son cositas de fibras.
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